Un reconocido criminal intenta descubrir quien es la persona que está tomando uno a uno las vidas de los integrantes de su banda. Pronto descubrirá que la situación es mas compleja de lo que imaginaba.
Dirigida por: Niels Arden Oplev - Protagonistas: Colin Farrell, Noomi Rapace y Terrence Howard.
Dead
Man Down, es el debut en Hollywood del realizador danés Niels Arden Oplev,
reconocido en el mundo del cine internacional por dirigir el famoso triller
europeo "Män som hatar kvinnor" ("Los hombres que no amaban a
las mujeres") cuya reconocimiento despegó a nivel mundial luego que David Fincher decidiera realizar su versión cinematográfica
partiendo de la versión danesa y de la novela "The Girl with the DragonTattoo" ("La chica del dragón tatuado").
Aquí el director europeo encara una historia que es en realidad un camino de desgracias, un lugar lleno de personajes perdidos, pero sobre todo grises, que habitan en barrios aún mas oscuros y tenebrosos para terminar conformando una ciudad tenebrosa. Este decadente y lúgubre escenario solamente cumple la función de una máscara que esconde uno de los temas mas trillados de la historia del cine contemporáneo, y es nada menos que el cine de venganza, no hace falta mucho mas que pelar un par de capas para darnos cuenta que el corazón mismo del relato es tan simple como el sendero de la justicia por mano propia, Y es ante ese escenario tan simple y trillado en donde el director demuestra algunas de sus cualidades artísticas. Es que Niels Arden Oplev logra confundir al espectador dejando a todos los personajes en una zona gris que impide identificar de una forma simple lo primero que busca el público en un relato y es el de saber quien son los “buenos” y quien los “malos”. Este artilugio en la puesta en escena resulta sumamente efectivo para extender el prólogo del film y encubrirle al público sobre el verdadero nudo y sentido de la trama. Y es también en esta parte donde el director toma lo jugoso de unos personajes que se parecen moverse constantemente entre el bien y el mal y generar cierta empatía con el público a pesar de no mostrarse simpáticos ni cordiales. Luego ya entrado en el relato y cuando las cartas están echadas sobre la mesa en donde el film empieza a tomar los caminos habituales de este tipo de cine, porque la violencia y la acción gana la pantalla y el clima intimista que había edificado inteligentemente el director en la primera parte se empieza a diluir llegando a un lugar final lleno de clishés.
Dead Man Down, termina siendo casi una reformulación del viejo cine policial negro, en donde hay mucho mas de fuerza humana, de relaciones interpersonales y de suspenso latente que muestras de acción. Esto no es solo mérito del escritor sino también de un director responsable y capaz de generar la atmósfera y la química de dos personajes quebrados que se ayudan el uno al otro para sobrevivir en un mundo que los llenó de obstáculos.
“Dead Man Down” funciona y es tipificada casi exclusivamente como cine de entretenimiento y es por eso que pasó desapercibida para la mayoría de los especialistas de cine que terminan alineando el film al grupo de películas filmadas por actores como Steven Seagal o Jean Claude Van Damme. Pero este es un grueso error porque más allá de los lugares comunes o de un final que sí o sí desbarranca parte de trabajo dramático tan correctamente formulado en la parte inicial del metraje, “Dead…” es una película que trata sobre personas sin estrella ni suerte, un film bien armado que demuestra que el danés es un buen director de actores y generador de climas, y cuya suficiencia estética no solo le permite construir una historia con interesantes giros dramáticos sino también que logra exponer que mostrando el lado humano de la historia puede ser igual o más de cautivante que la acción pura.
Aquí el director europeo encara una historia que es en realidad un camino de desgracias, un lugar lleno de personajes perdidos, pero sobre todo grises, que habitan en barrios aún mas oscuros y tenebrosos para terminar conformando una ciudad tenebrosa. Este decadente y lúgubre escenario solamente cumple la función de una máscara que esconde uno de los temas mas trillados de la historia del cine contemporáneo, y es nada menos que el cine de venganza, no hace falta mucho mas que pelar un par de capas para darnos cuenta que el corazón mismo del relato es tan simple como el sendero de la justicia por mano propia, Y es ante ese escenario tan simple y trillado en donde el director demuestra algunas de sus cualidades artísticas. Es que Niels Arden Oplev logra confundir al espectador dejando a todos los personajes en una zona gris que impide identificar de una forma simple lo primero que busca el público en un relato y es el de saber quien son los “buenos” y quien los “malos”. Este artilugio en la puesta en escena resulta sumamente efectivo para extender el prólogo del film y encubrirle al público sobre el verdadero nudo y sentido de la trama. Y es también en esta parte donde el director toma lo jugoso de unos personajes que se parecen moverse constantemente entre el bien y el mal y generar cierta empatía con el público a pesar de no mostrarse simpáticos ni cordiales. Luego ya entrado en el relato y cuando las cartas están echadas sobre la mesa en donde el film empieza a tomar los caminos habituales de este tipo de cine, porque la violencia y la acción gana la pantalla y el clima intimista que había edificado inteligentemente el director en la primera parte se empieza a diluir llegando a un lugar final lleno de clishés.
Dead Man Down, termina siendo casi una reformulación del viejo cine policial negro, en donde hay mucho mas de fuerza humana, de relaciones interpersonales y de suspenso latente que muestras de acción. Esto no es solo mérito del escritor sino también de un director responsable y capaz de generar la atmósfera y la química de dos personajes quebrados que se ayudan el uno al otro para sobrevivir en un mundo que los llenó de obstáculos.
“Dead Man Down” funciona y es tipificada casi exclusivamente como cine de entretenimiento y es por eso que pasó desapercibida para la mayoría de los especialistas de cine que terminan alineando el film al grupo de películas filmadas por actores como Steven Seagal o Jean Claude Van Damme. Pero este es un grueso error porque más allá de los lugares comunes o de un final que sí o sí desbarranca parte de trabajo dramático tan correctamente formulado en la parte inicial del metraje, “Dead…” es una película que trata sobre personas sin estrella ni suerte, un film bien armado que demuestra que el danés es un buen director de actores y generador de climas, y cuya suficiencia estética no solo le permite construir una historia con interesantes giros dramáticos sino también que logra exponer que mostrando el lado humano de la historia puede ser igual o más de cautivante que la acción pura.
Mi puntuación: 07/10
DVD Zona 1 - Bluray Zona A - Sony Pictures Home Entertainment. Con subtítulos en español
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