"Mi novia el travesti" (1975 - Argentina - Color - 77 min.)
En una despedida de solteros un empleado se juega con sus amigos el sueldo de un mes a que puede seducir y luego darle una paliza al travesti que protagoniza el espectáculo que están viendo. Cuando parece que está a punto de ganar la apuesta, se dará cuenta que las cosas no son tal como parecen...
Dirigida por: Enrique Cahen Salaberry - Protagonistas: Alberto Olmedo, Susana Giménez, Cacho Espíndola, Tincho Zabala y Nené Malbrán.
El ciudadano
argentino siempre jugó a dos bandas cuando trató de imponer un modelo de
sociedad para su país. Una parte de la población sentía una gran admiración por
la forma de vida europea y deseaban transformar al país en la Inglaterra o en la Francia del hemisferio
sur, inclusive muchos habitantes se consideraban a si mismos como europeos
desarraigados en estas tierras. En cambio la otra mitad tomó como ícono y
modelo constructivo a la sociedad norteamericana. Esta disyuntiva o este tire y
afloje entre dos ideales no tan diferentes en el todo marcó a fuego el desarrollo socio económico de
la Argentina
por más de dos siglos, y se puede decir que al día de hoy, aún en este mundo post
globalizado, sigue insuflando sus consecuencias aunque, por supuesto, de una
forma mucho mas mesurada que antaño. Durante el auge de esta dicotomía no hubo
estamento ni rincón que no fuera afectado por la influencia de una u otra
corriente, la forma de vida, la política, la arquitectura y los que nos
interesa a nosotros, el cine, cayeron bajo esta extrema bipolaridad. El caso
del séptimo arte, la influencia original a partir de mediados de los ‘50 es
claramente europea, esta definición impuso la forma de hacer cine que adoptaron
los realizadores pero no así la apreciación artística que los espectadores
tuvieron del cine nacional. Por muchos años, más allá de algunas películas
humorísticas de Porcel y Olmedo, el cine argentino no fue realmente taquillero
es decir que no atraía a grandes masas de público porque, le guste a quien le
guste, funcionaba como una copia “barata” de corrientes cinematográficas como
la “Nouvelle vague” francesa. El resultado se reflejaba en la construcción de
films crípticos, plagados de silencios, faltos de ritmo narrativo y sobretodo,
salvo contadas excepciones, sumamente aburridos (me hago totalmente responsable
de lo que digo). Dentro de esa generación hay, por supuesto, productos
sumamente potables y de entre ese pequeño grupo que rescato se encuentra la
película que nos interesa,
Mi Novia
es travesti es claramente una comedia costumbrista italiana, todos los ingredientes
de estas películas están presente, los fuertes lazos familiares, el honor, las
diferencias de clases sociales como así también las situaciones sexuales están
al orden del día, es también claro que el director tampoco trata de cubrir o al
menos disfrazar la propuesta sino que la aprovecha de forma inteligente como
herramienta para obtener público, ya que como muchos saben una gran mayoría de
la población argentina es de descendencia italiana. Lo primero que llama la
atención de la película es su temática, no era fácil armar un film en el primer
lustro de los ’70 que trate sobre la relación amorosa de un hombre,
aparentemente heterosexual, con un travesti, o cuanto mucho sobre la idea del
cambio de sexo. No solo era arriesgado por temática sino porque tampoco era
común en el cine, es más, las películas que trataron temas similares como las
conocidas Victor Victoria o Tootsie o el clon mexicano son posteriores a este
film. Otra cosa destacable es el registro, porque a pesar de la seriedad del
tema el film se mueve ágilmente en el
segmento de la comedia sin caer fácilmente en el melodrama o la comedia
excesiva. También es llamativa la construcción del film, porque estamos ante
una película corta con poco mas de 70 minutos que no pierde tiempo en las
presentaciones ni tampoco en subtramas secundarias, ya desde el minuto cero el
film la cámara se posa sobre el personaje de Alberto Olmedo y la progresión
dramática avanza sin freno hasta su resolución. Es fácil apreciar que todo
funciona sobre el eje del protagonista, inclusive los ricos personajes
secundarios, que llamativamente no resultan unidimensionales, trabajan al servicio
de la historia aportando lo necesario para el desarrollo de las situaciones,
algo que el cine Argentino, salvo en los últimos tiempos, siempre mostró en
deuda. Una vez le preguntaron a Nené Malbrán durante un reportaje cual había
sido la mejor actuación que presenció en la pantalla y ella no dudó un segundo
en decir que la de Alberto Olmedo en “Mi Novia…”. Y esto es algo que nadie le
va a discutir, porque el actor Rosarino soporta magistralmente cada minuto de cámara
sobre sus hombros y desarrolla un trabajo contenido y preciso en un género al
cual no estaba acostumbrado sin mostrar falla alguna. También Susana Gimenez compone
su personaje de forma más que aceptable teniendo
en cuenta que la blonda actriz nunca se destacó con un gran desempeño en sus
interpretaciones. Y lo apreciable de
estas dos actuaciones se hace más visible en la buena química que entre ambos demuestran
cuando conviven sus personajes en la misma pantalla.
Mi novia
es un film que tiene varias aristas por las cuales merecen una revisión, mas
allá de lo arriesgado sobre la temática de la elección sexual y la crítica
social que en sí logra exponer el arquetipo del pensamiento del argentino estándar
del siglo pasado, nos vamos a encontrar con una película que muestra un tiempo
y un modelo de sociedad donde los empleados, los profesionales y los
empresarios podían ser amigos mas allá de las diferencias socioeconómicas, un
tiempo donde las clases sociales (fuera de cualquier lectura política) compartían
espacios y lugares sin segmentación. También vamos a hallar una radiografía
detallada de cómo funcionaba la noche de Buenos Aires en los años ’70, con sus
calles (principalmente Corrientes) plagadas de teatros y espectáculos
nocturnos. Pero sobre todo vamos a encontrar a un film con una historia jugada,
un desarrollo que no pierde ritmo y un toque de comedia que hecha por tierra
todo el paradigma de que muchas películas europeas eran aburridas. Que además este
film sea una de mis 1001 películas preferidas es solo meramente accesorio.
Mi puntuación: 07/10
Disponibilidad:
DVD Zona 4 - Gativideo (formato de imagen 4:3 TV estandar).
Disponibilidad:
DVD Zona 4 - Gativideo (formato de imagen 4:3 TV estandar).
1 comentario:
Me gustó mucho tu artículo. Es una de mis películas favoritas también. Haber tocado el tema de la opción sexual y la homofobia en el '75 me parece muy digno de elogio por ser una época oscura en cuanto a censura ( El Obelisco con la leyenda de "El silencio es salud" es harto elocuente. Me gusta una película argentina con ritmo, que muestre trabajadores de fábrica, que hablen del delegado gremial (tiempos del empleo formal, hoy en franca disminución), que critiquen la moral tradicional que era tan injusta e hipócrita. Y además de la crítica de costumbres y de la reflexión dolorida de ambos amantes, es una película que entretiene mucho.
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